viernes, 9 de junio de 2017

Acariciando la oscuridad

Acariciando la oscuridad

Título: Acariciando la oscuridad
Título Original: The Darkest Touch
Saga: Los Señores del Inframundo #11
Autor/a: Gena Showalter
Género: Romántica Adulta Paranormal
Idiomas:  
Un fiero guerrero inmortal. Huésped del demonio de la Enfermedad.
Un roce de Torin causaba enfermedad y muerte, y podía desencadenar una plaga en todo el mundo. El placer carnal estaba completamente prohibido para él y, aunque siempre había resistido la tentación con una voluntad de hierro, su capacidad de control estaba a punto de desaparecer.
Ella era Keeleycael. La Reina Roja.
Cuando aquella belleza consiguió escapar de un encarcelamiento que había durado siglos, el deseo que surgió entre el guerrero y ella fue abrasador. Las caricias de Torin podían provocar el final de Keeleycael, pero resistirse a ella era la batalla más difícil que él hubiera librado jamás, y temía que fuera la única que tal vez no consiguiera ganar.


Este libro puede ser inadecuado para menores de 18 años debido a su contenido sexual, violencia y/o adicciones. Si decides leerlo es bajo tu responsabilidad.





CONTIENE SPOILERS DE ANTERIORES LIBROS

La verdad es que Gena me tenía un poco engañada con este libro. Pero no os preocupéis que no ha sido algo malo. Sino que yo pensaba que iba por otro lado.

En el anterior libro nos introdujo un poco más a Torin, y eso nos hacía pensar que el próximo libro iba a ser el suyo. Además, había “encontrado” a una chica que le gustaba, que al parecer podían estar juntos. Y yo realmente pensé que ella sería la pareja de Torin. Pero la autora desde el mismo capítulo 1 ya me dijo que no podía estar más equivocada.

Torin intentando ayudar a Mary después de haberla hecho enfermar por su toque, la sigue hasta los calabozos en los que está presa por Cronos. Allí, lamentablemente muere entre sus brazos. En ese momento aparece La Reina Roja, Keeley, que se propone matar a Torin como venganza de haber matado a su amiga. Y que Torin tiemble porque eso es lo que hace mucha gente cuando se escucha el nombre de La Reina Roja.
Después de intentar vengar la muerte de su amiga, Keeley se da cuenta de que Torin no es el responsable de lo ocurrido, y decide unirse a él para ver si entre los dos consiguen volver al mundo de los humanos, es decir, el nuestro.

Es un camino tan largo el que tienen que hacer que al final gracias al tiempo se dan cuenta de que tienen sentimientos el uno por el otro, y es entonces cuando se dan cuenta de que ahora sí que están en un problema, porque no pueden estar juntos por el demonio de Torin, ni pueden estar separados porque tienen fuertes sentimientos.

¡Keeley! Estás aquí. —Tiró de ella a sus brazos, sosteniéndola con cada onza de su considerable fuerza. —Estás aquí. —Entonces él la empujó hacia atrás para poder mirarla a los ojos. —No me dejes. Por favor, no me dejes. Pero si lo haces, lo entenderé. También te acecharé hasta los fines de la tierra. En el cielo o en el infierno. No habrá ningún lugar donde puedas ir que no te encuentre. Eres mía, te dejé escapar una vez, y no voy a hacerlo de nuevo. Nunca. Así que, trata de mantenerte lejos de mí, te desafío, y haré una guerra contigo.
Wow, guerrero, —dijo con una risa. La risa pareció ponerlo nervioso. Él la miró con cautela. —Yo no voy a ninguna parte —dijo. —Me sentía miserable sin ti. Odié cada minuto que pasamos separados. No quiero pasar el resto de la eternidad deseando estar contigo solo para probar un punto y lastimarte por hacerme daño.


Torin, es el Guardián de Enfermedad. Y todo él es un misterio, y todo porque siempre se encuentra alejado de las personas (y otros seres sobrenaturales), todo por no hacerles daño, ya que no puede tocar  a nadie, porque en el momento en el que lo haga se pondrá enfermo, y no solo eso, sino que esa persona podrá contagiar. Alguna que otra vez en el pasado por un descuido ha provocado una epidemia que ha acabado con miles de personas muertas.
Es un gran guerrero, uno de los más temibles cuando luchaba junto a sus compañeros antes de que los maldijeran. Pero debido a su situación ahora no puede combatir en el campo de batalla como hacía antes, ahora se tiene que ocultar detrás de un ordenador. Ha aprendido a vivir con su demonio después de tantos años pero eso no quiere decir que no sufra por su condición. Sueña por tocar a alguien, que le devuelvan el toque, el contacto de nuevo piel con piel, hace tanto tiempo que no lo tiene que es la cosa que más anhela del mundo.

Keeleycael (menos mal que le ponen un apodo porque se me lía la lengua cada vez que digo su nombre). La Reina Roja. Todo el mundo la teme porque es uno de los seres más poderosos del universo.
Se encontraba en el calabozo porque su prometido la vendió a Cronos por un barril de licor, al enterrarse de esa transacción quedó destrozada pensando que la única persona que parecía quererla en el mundo pensaba que valía menos que un barril de alcohol. Así que después de esa traición ella piensa que ha aprendido la lección y promete no volver a confiar en nadie más. Ella está sola, y se tiene que valer por ella misma porque nadie más lo hará. Pero aunque es un personaje con tanta oscuridad en su interior me ha gustado mucho el sentido del humor que tiene, y me encantan esas ocasiones en las que se relaja y es divertida y alocada.

El libro está lleno de escenas de acción, misterio, romance… y tenemos el plus de que recorreremos mundos de los que nunca hemos escuchado hablar, y descubriremos nuevos seres de los que tampoco hemos escuchado antes, lo que parece increíble todo lo que todavía desconocemos.

Hay un gran nudo en la relación de estos dos personajes y es que Keeley se termina enamorando profundamente de Torin, y necesita ser tocada por él, le da igual las consecuencias, no le importa terminar tan enferma que termine muriendo. Lo necesita. Pero aunque Torin también tiene fuertes sentimientos por ella no cederá tan fácilmente, porque sufre viéndola tan mal, sin saber si sobrevivirá, y todo por su culpa. Así que  intenta resistirse lo máximo que puede, pero Keeley tiene varios trucos bajo la manga que no se lo pondrá nada fácil.
Hay una escena en particular que cuando yo la leí aluciné, jamás pensé que iba a leer algo parecido. Y esa escena que me impactó es que en cierto momento no pueden más y sucumben al deseo y terminan teniendo sexo, hasta ahí todo normal, ¿verdad? Pero y si os digo que lo tienen mientras están vestidos, y sin que Torin tenga piel que pueda ser tocada para que Keeley enferme. Sin duda es una escena que merece ser leída porque no tiene desperdicio alguno.

La verdad es que la solución que la autora otorga a los protagonistas para que puedan tener una relación medio normal no me sorprendió, y eso fue porque varios capítulos antes de que se desvelaba ya sospechaba algo, y es que la autora lo puso muy obvio, pero no lo suficiente para que nuestros protagonistas se dieran cuenta. Enserio, alguien tuvo que venir a decírselo.


Me ha gustado mucho la historia, me ha tenido enganchada a sus páginas desde la primera hasta la última, incluso con continuos tiras y aflojas en los que todo el mundo sabía cómo iban a terminar. Torin es un personaje que no puedes evitar cogerle cariño y que simpatices con él. Y luego ella es una protagonista con la que simpatizas, te gusta su carácter, como de decidida es, como se ha hecho fuerte por todo lo que ha tenido que pasar. Y te da para pensar que todos tenemos a alguien especial ahí fuera en la que pondrías la mano en el fuego por él/ella.


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