miércoles, 8 de abril de 2015

Hablando de... Busco... busco... pero no encuentro

Hablando de… 
Busco... busco... pero no encuentro


¿Alguna vez os ha pasado que habéis leído un libro y habéis descubierto vuestra alma gemela?
Sí, hablo de esos enamoramientos que sufrimos cuando leemos un libro y nos encontramos con un protagonista súper sexy, cariñoso, atento, fiel, buena persona… Vamos, nuestra alma gemela.
Decidida y como una buena soltera, salí a la calle a buscar a chicos como a mí me gusta llamarlos, chicos literarios.
Pero nada, eh, después de horas y horas sentada en un banco en un paseo bastante transitado solamente salí con piropos que solamente consiguieron dejarme con la cara blanca.

Tus ojos son dos faroles que iluminan mi camino, anoche los cerraste y me hice mierda contra un pino

Así que me fui con una gran decepción.
¡¡Normal que esté soltera!! Si es que los autores son demasiado crueles. Me hago ilusiones con esa clase de chicos, chicos que tienen todo lo que me gusta, son simpáticos, amables, atentos, decididos, graciosos… y luego sales a la calle y te encuentras algo como esto:

Que en cuanto lo ves, te giras automáticamente y vuelves a casa para meterte en la mantita y continuar el libro.
Es verdad que hay buenos hombres en la vida real, pero es que ninguno es tan perfecto como los de los libros.
Hagamos una prueba, si cogemos 10 libros, probablemente nos enamoremos 6 veces, mientras que si vamos a la calle y vemos pasar a 10 chicos nos enamoraremos con suerte 1 vez.


Nos gusta sufrir


Enserio, hay momentos en los que pienso que soy kamikaze.
Cuando leo la sinopsis de un libro y veo que en la historia el protagonista masculino es algo así como un chico malo… sin duda se convierte en un posible candidato para convertirse en lectura pendiente.
Chicos malos en los que hay momentos en los que querrías encontrártelos en un callejón oscuro y ser vosotras los que lo empujéis a una pared para besarlo y dejarlos sin aire, y en otros momentos querrías golpearlo tan fuerte que lo desfigurarías para toda la vida.

—Eres consciente de que este pueblo solo tiene un semáforo ¿no? —Ambas cejas se arquearon hasta donde su cabello caía, como si él preguntara cómo podía ser tan tonta, y fue entonces cuando noté lo que vi en esos ojos brillantes. Él estaba riéndose de mí con una buena dosis de condescendencia.
Por un momento, todo lo que pude hacer fue mirarlo. Era probablemente el chico más sexy que he visto en toda mi vida, y era un patán total. Debí imaginarlo.
Daemon del libro Obsidian de Jennifer L. Armentrout

Enserio… ¿por qué sentimos debilidad por estos chicos cuando lo que sentimos la primera vez que los vemos es que no son buenos? ¿Por qué siento tanta debilidad por éstos chicos cuando en la vida real ni me acercaría a tres metros de ellos?
Éstas y más preguntas en Cuarto Milenio.

Lo admito, no soy una chica que se enamore fácilmente pero a la hora de leer… las cosas cambian radicalmente, he sufrido más enamoramientos literarios que años tengo de vida.
¿Y vosotros?

4 comentarios:

  1. a ti es que te gustan los maromos chungos..
    infieles, con un toque de agresividad, medio posesivos...
    y claro, esos solo molan en los libros, proque en la vida real. MUY LEJOS
    ahora que, no sé tú, pero todos los tios de Granada no son canis, no me jodas
    que yo cada año que voy me encuentro cada tio bueno grrr en plan guay, que teeeela

    hay que buscar mejor Nikki..
    un beesito

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  2. Hola Nikki tal vez como te dice Neus necesitas buscar mejor, :-) lo bueno de enamorarte literariamente es que te trae menos complicaciones y problemas.

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  3. Pues a mi los malotes me tiran para atras, en los libros incluso jjejeje Aunque bueno, a veces los canallas de las novelas romanticas de epoca me ponen, pero es que se dejan seducir muy facilmente y encima te montan un palacio xD

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  4. Si es que los libros nos ponen las expectaticas demasiado altas y luego pasa lo que pasa. Ay Daemon <3

    Saludos

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